martes, 27 de septiembre de 2022

Desde el banquillo: Iselín Santos Ovejero.


- El Atlético de Madrid fue el único club al que dirigió como entrenador, en una mala época en la que empezaría a haber un baile de entrenadores y en una década con altibajos. Iselín Ovejero fue uno de los muchos que pasaron por el banquillo del Vicente Calderón.
Los años noventa empezaron con la Copa del Rey que Ovejero consiguió, la que se repitió al año siguiente y la del doblete de Radomir Antic. Pero aquella década terminaría con la temporada que llevaría al Atlético a Segunda División.

Muchos de aquellos momentos los presenció este argentino que se considera un gran seguidor "colchonero". Aquel título de Copa fue lo único que pudo conseguir, ya que en los siguientes años iba a seguir figurando como un interino que reemplazaría a otros entrenadores, víctimas de los caprichos de un vestuario malcriado.

Ovejero es un hincha confeso del Atleti.
- Como futbolista sirvió también al equipo madrileño. Conocido como Santos Ovejero, o símplemente Ovejero, éste fue un bravo defensor que también llegaría a jugar para la selección argentina.
Su nombre completo es Iselín Santos Ovejero Maya, y nació el 16 de octubre de 1945 en Mendoza (Argentina). Empezó jugando para el Vélez Sarsfield, con el que tuvo geniales actuaciones antes de aterrizar en España para fichar por el Atlético de Madrid.
Durante unos años, Ovejero competiría en la Liga Española. Celebraría algunos títulos por la capital y luego se iría al Real Zaragoza, pero su carrera iría en declive y tendría que conformarse con niveles más inferiores. Santos Ovejero terminaría su carrera futbolística jugando para equipos como el Terrassa y Sant Andreu.

Volvería a Madrid para ir trabajando con las categorías menores del Atlético, también haría de ojeador y se encargaría del equipo juvenil, para luego ejercer como ayudante técnico en el primer equipo. En los malos momentos, pronto le llegaría la oportunidad de hacerse cargo de los profesionales.

Ovejero tendría que cubrir el banquillo hasta la llegada de Tomislav Ivic. Cumpliría con la inauguración de la Liga 90\91, en un partido celebrado en el estadio Luis Casanova frente al Valencia, en el que se consiguió un empate (1-1).

Ivic llegaría a Madrid y se encargaría del resto de la temporada, pero la mala marcha del equipo obligaría a que la directiva rojiblanca se deshiciera del croata cuando todavía se estaba disputando la Copa del Rey.
Eso sería cosa de Ovejero, que ya afrontaría las semifinales ante el Barça de Johan Cruyff. Sufriendo mucho, el argentino conseguiría meter a los suyos en la final del Santiago Bernabéu, en la que se medirían y vencerían a un buen Mallorca en tiempo de prórroga, por un milagroso gol de Alfredo Santa Elena.

Iselín Santos Ovejero en el banquillo del Bernabéu, antes de la final de Copa frente al Mallorca.


- Pese a haber ganado la Copa, le negarían la oportunidad de seguir en el banquillo, y Luis Aragonés sería el encargado de iniciar otra campaña que terminaría con otro título copero. Ovejero le cubriría al alño siguiente, en febrero de 1993.
Tendría solo dos jornadas para dirigir a jugadores como Abel Resino, Bernd Schuster y Manolo, entre otros. Pero Iselín sería solo un parche momentáneo, ya que su labor la iba a terminar Ramón Heredia, en un mal año en el que Jesús Gil acabó descubriendo muchos trapos sucios en el vestuario rojiblanco.

No fueron tiempos buenos aquellos por Manzanares, y Ovejero fue una víctima más en el vestuario. Tuvo cuatro partidos más al frente del Atleti durante la campaña 1993\94, pero aquella sería su última labor, y el argentino no volvería a trabajar más como entrenador.

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