- Hace algo más de seis años que nos dejó para siempre. Todo el deporte fue consciente de quien fue Luis Aragonés Suárez, aquel grandioso futbolista que jugó para Atlético de Madrid, Betis, Real Madrid, Oviedo y Hércules entre otros.
También dejó huella como seleccionador, pues entrenó a varios clubes españoles e incluso probó suerte en Turquía con el Fenerbahçe años antes de perecer. Pero muchos no olvidarán su imprescindible mano con la selección de España, a la que convirtió en campeona de Europa en 2008, para que Vicente Del Bosque diera continuidad a su gran labor.
Fue el inicio de la era más dorada de la selección nacional, impulsada por este entrenador que se fue dejando una huella de profesionalidad innegable. En 2009 ya había dejado de entrenar, tras su corta aventura por Turquía.
Luis con el Atlético de Madrid. |
Aragonés nació el 28 de julio de 1938 en Hortaleza, Madrid (España). Empezó jugando en el colegio de los jesuitas de Chamartín antes de integrarse en la plantilla del Getafe. Pasó como un fantasma por la disciplina del Real Madrid, de donde se iría al Recreativo de Huelva para buscarse la vida como futbolista. Y como Luis sabía mucho de buscarse la vida, acabó escalando por equipos como Hércules, Úbeda, Plus Ultra, Oviedo y Real Betis... hasta que llegó al Atlético de Madrid, donde completó toda su carrera como futbolista.
En 1974 inicia su trayectoria como entrenador, cogiendo las mismas riendas del club colchonero para después pasar por innumerables equipos. A partir de ese momento nacería la verdadera figura del "Sabio de Hortaleza", su versión más polémica y, a la vez, más divertida.
Muchos somos los que recordamos aquellas frases con las que nos entretuvo a lo largos de su carrera en los banquillos. ¿Cómo olvidar aquella exagerada polémica con el brasileño Romario?.
Luis se hallaba en el Valencia y al parecer se hartó del delantero carioca, al que se dirigió en su día de esta forma: "¡Míreme a la carita, míreme a los ojos!". Entonces, Romario se referiría al entrenador como un "imbécil" en una entrevista años después.
Tampoco hay que olvidarse de lo que el de Hortaleza le espetó a José Antonio Reyes cuando era seleccionador de España: "dígale a ese negro que usted es mejor que él", -en referencia al delantero francés Thierry Henry.
A raíz de aquello, el seleccionador tuvo que hartarse a explicar que no era racista "Yo he convivido con negros, a uno le molesta más que le llamen de color que negro. Eso se ha superado con facilidad".
Frases y polémicas ha dejado muchas. Dejó muestras de su fuerte carácter: "Los jugadores tienen un día libre después del partido con sus mujeres y lo que sea, tienen libre. Pueden hacer lo que quieran y lo que deseen... Primero porque estar conmigo es para cagarse". Ya este comentario del madrileño sonaba incluso amenazante. Cada rueda de prensa suya era todo un show.
Luis se hallaba en el Valencia y al parecer se hartó del delantero carioca, al que se dirigió en su día de esta forma: "¡Míreme a la carita, míreme a los ojos!". Entonces, Romario se referiría al entrenador como un "imbécil" en una entrevista años después.
Tampoco hay que olvidarse de lo que el de Hortaleza le espetó a José Antonio Reyes cuando era seleccionador de España: "dígale a ese negro que usted es mejor que él", -en referencia al delantero francés Thierry Henry.
A raíz de aquello, el seleccionador tuvo que hartarse a explicar que no era racista "Yo he convivido con negros, a uno le molesta más que le llamen de color que negro. Eso se ha superado con facilidad".
Frases y polémicas ha dejado muchas. Dejó muestras de su fuerte carácter: "Los jugadores tienen un día libre después del partido con sus mujeres y lo que sea, tienen libre. Pueden hacer lo que quieran y lo que deseen... Primero porque estar conmigo es para cagarse". Ya este comentario del madrileño sonaba incluso amenazante. Cada rueda de prensa suya era todo un show.
La de "A mí me van a dar un ramo de flores, que no me cabe por el culo ni el bigote de una gamba", fue otra de sus grandes frases, al igual que la de "Me gustaría que la selección tuviera un nombre, una identidad. Igual que Brasil es la canarinha o Argentina la albiceleste, me gustaría que España fuera La Roja".
- Y así fue. A esa selección con la que conquistó la Eurocopa de Austria-Suiza 2008 se la conoce como "La Roja" en honor a él, quien la vio campeona del Mundo en 2010, antes de fallecer el 1 de febrero de 2014 en la capital española.
Luis Aragonés fue quien inició la etapa más inolvidable de una España competitiva, la que contó con grandes futbolistas que él mismo tuvo el honor de dirigir: Andrés Iniesta, Iker Casillas, Xavi Hernández, Carles Puyol, David Villa y su "niño", Fernando Torres.
Con Torres también coincidió en un Atlético de Madrid que lo fue todo en su vida, club al que prestó sus servicios como entrenador y jugador para darse a conocer como "El Sabio de Hortaleza".
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