viernes, 23 de septiembre de 2022

Desde el banquillo: Ramón Heredia.


- A veces, suele pasar en este deporte que tendemos a culpar a un entrenador de la mala marcha de un equipo. Pero no sabemos realmente lo que ocurre dentro de un vestuario y, en ocasiones, los jugadores tienen más poder de lo que pensamos.
Eso fue lo que le ocurrió a Ramón Heredia en su corta gestión con el Atlético de Madrid, quien solo tuvo la oportunidad de cubrir la baja de otros técnicos. Al final, él pagaría la mala situación con la que ni siquiera pudo lidiar el mismísimo Jesús Gil.

Eran malos tiempos de un Atleti que, tarde o temprano, acabaría descendiendo a Segunda División. Por su parte, el "Cacho" Heredia también había entrenado al Ávila, así como trabajó en otros clubes como el Cádiz, Real Murcia, Toledo, Real Oviedo, Mallorca, Huesca y el modesto San Pedro marbellí.

Heredia charla con Juan Vizcaíno.
- Ramón Armando Heredia Ruarte ya venía de haber jugado para el equipo "colchonero", puesto que fue un grandísimo futbolista que fue zaguero central, e incluso llegó a disputar la Copa del Mundo con Argentina. Algún día tocará repasar ese historial en Fútbol Latino.
Nacido en Córdoba (Argentina) el 26 de febrero de 1951, Heredia empezó su carrera profesional en el San Lorenzo de Almagro. Pronto destacaría como uno de los mejores defensas del campeonato argentino y, antes de disputar el Mundial de Alemania 74, ya aterrizaría en España para fichar por el Atlético de Madrid.
En la Liga Española competiría durante cuatro temporadas, donde fue partícipe de los títulos de Liga, Copa del Generalísimo y la Intercontinental. A finales de los setenta se iría a Francia, y allí se retiraría como jugador del París Saint Germain. 

Sus primeras pruebas como entrenador serían al mando de modestos clubes como el Toledo y Real Ávila. Al último llegaría como sustituto de Joaquín Salmerón, aunque no terminaría la campaña 92\93, en la que compitió por la Segunda División B.

Heredia retornaría al Atlético de Madrid, pues en abril de 1993 sería contratado para manejar una crisis deportiva que anteriormente no pudieron soportar Luis Aragonés y sus compatriotas Iselín Ovejero y Pastoriza.
El nuevo técnico argentino debutaría con una derrota en el Carlos Belmonte frente al Albacete, por 2-1. Pronto se notaría el malestar de un vestuario que no estaba contento con ningún entrenador, algo que quedaría reflejado en otra derrota en el campo de Las Gaunas contra el Logroñés. Vladan Lukic y Heredia tendrían algo más que palabras en el vestuario. 

El "Cacho" acabaría su primer ciclo en el Calderón con 3 victorias, 4 empates y 4 derrotas, y se quedaría a la espera de una nueva llamada del club, mientras el brasileño Jair Pereira ya planificaba la siguiente temporada, que tampoco iba a ser del agrado del aficionado rojiblanco, y mucho menos para Heredia.

Los jugadores del Atlético perjudicaron a varios entrenadores que entonces pasaron por Manzanares.


- No sería mejor su segunda estancia como técnico atlético, pues tan solo duraría tres jornadas al frente del vestuario rojiblanco que, por lo visto, estaba totalmente envenenado, como llegó a reconocer el futbolista Kiko Narváez.
El delantero gaditano llegó a asegurar que los jugadores del Atlético eran los que votaban la expulsión de un entrenador, y cualquiera de los que desfilaron por Manzanares podrían haber sido víctimas de los caprichos de aquella plantilla. 

Heredia se alejaría de Madrid y otros técnicos se harían cargo del equipo madrileño, siendo su compatriota Jorge D'Alessandro el encargado de terminar el nefasto curso 93\94. Entre otros clubes, el "Cacho" trabajaría para Cádiz y el San Pedro, y se sabe que también intentó entrenar en su Argentina natal.

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