Desde el banquillo: Ramón Blanco.

- Un ídolo para la afición cadista, un profesional de los pies a la cabeza que empezó su representación como jugador para años más tarde tomar las riendas del vestuario. Hace ya más de diez años que falleció, el 9 de mayo de 2013. Atrás quedan muchos recuerdos de sus años a pie de césped, muchos de ellos defendiendo lo intereses del Cádiz C.F.

Casi siempre actuó como un técnico de la casa, un asistente que en alguna campaña podría dirigir a los amarillos en solitario, como primer entrenador. Por desgracia, su difícil labor fue mantener al equipo en Primera División, algo difícil por entonces.

En otras categorías fue dirigiendo a otros clubes, pasando por el banquillo del Atlético Marbella antes de volver a Cádiz. Siempre estuvo al servicio de la entidad andaluza, aunque también entrenó al Granada, Almería, Torredonjimeno y C.D. San Fernando.

- En Primera División dirigió 68 encuentros, mas todo aquello que hizo con otros equipos y en su vuelta a un Cádiz que se hallaba en serios apuros. Si de algo conocemos a Ramón Blanco Rodríguez, es de sus años como representante cadista. 

Yo tengo más esa imagen del entrenador con un clásico mostacho y un fuerte carácter para dirigir un vestuario. Blanco era gallego, ya que nació el 20 de febrero de 1952 en Vimianzo, A Coruña (España).

Poseía la nacionalidad argentina, ya que su familia emigró a Sudamérica y se instaló en el barrio bonaerense de La Boca. Empezó jugando para el Sportivo Italiano y, sin llegar a debutar para Independiente, Ramón viajaría a España para hacer pruebas en el Real Oviedo. Al final, el mediocampista ficharía por el Mallorca.

En Primera conseguiría jugar con el Betis, así como también representaría al Cádiz C.F. La mayoría de su tiempo con el equipo gaditano sería en la división de plata, hasta que su carrera fue en declive, jugando para Recreativo de Huelva, Racing Portuense, Chiclana, Atlético Sanluqueño y Moguer. En el cuadro onubense se retiró.

Ramón Blanco colgaría las botas para ponerse a colaborar en las instalaciones deportivas del Cádiz, sirviendo al club amarillo en categorías menores y como ayudante de entrenadores como Hugo Vaca y el uruguayo Víctor Espárrago. 

Se acostumbraría a ser asistente hasta que un día tuvo la oportunidad de coger las riendas del primer equipo. Su paisano David Vidal había estado al cargo del conjunto gaditano en el comienzo de la campaña 89\90, y el mal inicio liguero haría que Blanco fuese el sustituto por urgencia, mientras se buscaba otro entrenador.

El 18 de marzo de 1990 se sentaría en el banco del estadio Ramón de Carranza para dirigir su primer encuentro por la categoría máxima. El Cádiz empataría sin goles ante la visita de Osasuna y pronto llegaría Colin Addison para afrontar el resto del curso. 

Ramón Blanco siempre estuvo al servicio del Cádiz, al que retornaría en otras ocasiones más complicadas.

- Pero aquella no sería la única experiencia de Blanco por el primer nivel. Al año siguiente supliría a Héctor Veira para terminar el campeonato 90\91, y el resultado fue exitoso, con el equipo andaluz obteniendo otra permanencia en Primera.

Esto le daría derecho a afrontar una temporada entera en Primera División, en la que el Cádiz conseguiría eludir el descenso tras superar la promoción. Lástima que su labor como primer entrenador no duraría mucho más, siendo cesado para que su cargo lo ocupase José Luis Romero. Aún así, el equipo descendería a Segunda.

Blanco siempre estuvo al servicio del Cádiz C.F., al que volvería tras tres temporadas trabajando para el Atlético Marbella. Se encontraría al conjunto cadista en Segunda B, y luego también entrenaría a otros equipos modestos como el Almería, Granada, Torredonjimeno y C.D. San Fernando. Por última vez dirigiría al Cádiz, de nuevo en la división de bronce.