sábado, 23 de octubre de 2021

Desde el banquillo: Arrigo Sacchi.


- Con él se inició la bella etapa de un Milan que reinó por toda Europa, una estela que debieron seguir Carlo Ancelotti y Fabio Capello, otros grandes entrenadores del fútbol italiano. Pero Arrigo Sacchi puso la base, con él empezaría todo. 
Dirigió a otros tantos clubes, con dos etapas diferentes en el Parma y un viaje a España para mandar en un Atlético de Madrid en el que no estaría más que una temporada que ni siquiera llegaría a terminar. En 2001 dejaría de entrenar.

También conocemos su experiencia como seleccionador nacional, habiendo dirigido a Italia en el Mundial de USA 94. A punto estuvo de levantar aquella venerada copa, pero en la final se toparía con la Brasil de los Zinho, Romário, Bebeto, Dunga y compañía, quienes se impondrían en la tanda de penaltis.

- Nació el 1 de abril de 1946 en Fusignano (Italia). Nunca fue jugador de fútbol profesional, pero siempre sintió especial admiración por este deporte, y creció siguiendo a aquellos equipos que triunfaron durante su juventud, tales como el Real Madrid o el Budapest Honvéd, así como las selecciones de Holanda y Brasil o la que de su país, la que él mismo acabaría dirigiendo.
Como no valía para darle patadas al balón, Sacchi empezaría entrenando desde muy joven, y a los veintiséis años se haría cargo del equipo de su municipio, en el que se encontraría jugadores mucho mayores que él. 
Después de entrenar al Baracca Lugo, dirigiría a otros modestos clubes como el Fusignano, Alfonsine y Bellaria, para luego recalar en un Cesena que se hallaba en la Serie B, pero Arrigo estaría al mando del equipo juvenil. También trabajaría para las secciones menores de la Fiorentina, previo paso por el Rimini, hasta que a mediados de los ochenta inició su primera etapa en las filas del Parma Calcio.

Pero aquel Parma militaba en la tercera división italiana, pero con Arrigo Sacchi al mando, el equipo conseguiría ascender a la categoría de plata en su primera temporada, quedando a escasos puntos de llegar a la Serie A en su último año con la escuadra parmesana.

Fue en un partido de la Coppa Italia cuando Sacchi llamó la atención de Silvio Berlusconi, pues su humilde equipo sería capaz de ganar al Milan con un planteamiento tácito sublime, y eso haría que el máximo mandatario milanista le ofreciese la oportunidad de ingresar en uno de los clubes más fuertes del país.
Y así fue, Sacchi cogería las riendas de la escuadra "rossonera" y pronto daría que hablar, conquistando en su primera campaña un título de liga al que seguirían otros tantos más en sus primeros años por San Siro.

En 1989 llegaría la primera Liga de Campeones (Champions League), un torneo que se revalidaría al año siguiente y que continuaría renovándose durante la siguiente década. Además ganaría dos torneos de la Supercopa de Europa y la Intercontinetal.

Sacchi se ganó un buen nombre por todo el mundo, manteniendo un fabuloso equipo en el que brillaban con fuerza los nombres de Marco Van Basten, Franco Baresi, Ruud Gullit, Frank Rijkaard, Paolo Maldini y un Ancelotti a punto de retirarse que se encargaría de recoger su legado.
Y es que el de Fusignano no seguiría en el Milan a partir de la campaña 1990\91, pues recibiría una oferta irrechazable para dirigir a una selección italiana en la que ya no figuraría Azeglio Vicini. Sacchi sería su sucesor. 

Llevaría a Italia a la Copa del Mundo de USA 94, en la que la "Azzurra" se quedaría a un paso de ser campeona. La Brasil de Carlos Alberto Parreira sería campeona en la tanda de penales, y Sacchi continuaría como seleccionador hasta 1996.

Vemos a Arrigo Sacchi junto a sus pupilos, posando con una de sus Copas de Europa.


- Arrigo volvería al Milan para maquillar la mala temporada del uruguayo Óscar Washington Tabárez, pero sería concluir aquel curso 96\97 y nada más. De esta manera acabaría su relación con la entidad de San Siro.

Llegaría el momento de plantearse algo diferente, y Arrigo Sacchi viajaría a España para aceptar la petición de Jesús Gil y Gil, para así entrenar al Atlético de Madrid. Duraría media temporada por Manzanares, pues los resultados no acompañaron y el italiano acabaría siendo destituido. Radomir Antic ocuparía su lugar. De vuelta en Italia, entrenaría por última vez al Parma, para en 2001 dar por concluida su brillante carrera en los banquillos. 

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