Desde el banquillo: Lorenzo Serra Ferrer.

- Un mítico de los banquillos españoles que ya no ejerce, habiendo tenido su primera y última aventura en el extranjero con el AEK griego. Ahora se encarga de la parcela directiva, habiendo trabajado como vicedirector deportivo del Real Betis, como ya hizo hace unos años con el Real Mallorca. En el F.C. Barcelona también fue directivo.

Pero hay algo que se le daba mejor a Lorenzo Serra Ferrer, y era estar a pie de campo dirigiendo a un equipo. Inolvidables serán esos años que fue entrenador bético, pasando de subir a Primera a ganar la Copa del Rey.

Ni siquiera pudo alzar títulos con el Barça, aunque en el club catalán estuvo como interino y tampoco corrían buenos vientos por el Camp Nou. Fue manager del Mallorca, de su filial y de la Unión Deportiva Poblense.

Serra Ferrer pasó por el F.C. Barcelona.

- Algunos echamos de menos a este tipo de entrenadores, será que soy un nostálgico. Con ese bigote bien recortado y una cara de no haber roto un plato, este hombre demostró saber de qué va este deporte, haciendo gala de un fútbol ofensivo que tanto llegó a divertir a los gustosos del fútbol.

Le conocíamos por sus dos apellidos, como a los árbitros. Serra Ferrer nació en la localidad mallorquina de Sa Pobla, el 5 de marzo de 1953. De su carrera como jugador poco se puede hablar, ya que solamente jugó para el Poblense y durante muy poco tiempo.

Lorenzo estaba destinado para otras tareas en el fútbol, y pronto se empezaría a ver su especial talento en los banquillos, empezando a principios de los ochenta con un Poblense al que dirigiría por Tercera División, para luego lograr un histórico ascenso a la Segunda B.

Serra Ferrer se comprometería con el mejor club de todas las Islas Baleares. En 1983 se uniría al Real Mallorca, donde haría las veces de interino mientras iba trabajando para el equipo filial, así, hasta que a mediados de la década le llegaría la oportunidad de sentarse en el banco del Lluis Sitjar.

Supliría a Koldo Aguirre para debutar como técnico de la Primera División, y volvería a responder con eficacia cuando la directiva estaba en apuros, con el Mallorca descendido a la categoría de plata. Entonces, el de Sa Pobla devolvería al equipo a la élite, en la que lo iba a dirigir durante muchos años.

Consiguió un nuevo ascenso en 1989, pero llegaría otra mala racha a principios de los noventa, con el equipo bajando otra vez, en 1992. La directiva confiaría en él, pero éste no podría devolver al equipo a Primera, por lo que se fue del club.

Sí conseguiría ascender a un Betis que había empezado el curso 93\94 con Sergio Kresic. Una vez más, Serra Ferrer se ganaría un respeto para seguir entrenando en la alta categoría, y en ella trabajaría para el equipo andaluz durante tres temporadas más. El técnico balear interrumpiría su estancia en Sevilla para probar suerte como director deportivo de un grande como el F.C. Barcelona, aunque pronto se volvería a poner el mono de trabajo.

En sus años como entrenador del Betis, Serra Ferrer logró ganar la Copa del Rey, en 2005.

- De cara a la campaña 2000\01, Serra Ferrer se vio al frente de un vestuario en el que estaban los Rivaldo, Patrick Kluivert y Pep Guardiola, entre otros. Pese a contar con grandes efectivos, el equipo marchó mal y el balear fue destituido antes de acabar la temporada. Rexach ocuparía su lugar.

Serra Ferrer regresaría a Sevilla para alcanzar el título más importante de su carrera como manager. En la campaña 2004\05, el equipo verdiblanco se coronaría campeón de la Copa del Rey, imponiéndose en la final ante Osasuna (2-1).

Continuó un año más por el Benito Villamarín, donde luego ejercería como directivo, una faceta que también desarrollaría en su regreso al Mallorca. El AEK griego fue el último club al que dirigió el míster balear.