Desde el banquillo: Frank Rijkaard.

- Siendo muy joven, Frank Rijkaard renunció a continuar con una carrera de entrenador que apuntaba a ser tan exitosa como la que desarrolló como jugador. El 18 de marzo de 2014 declaró que ya no seguiría con su carrera en los banquillos, después de haber dirigido a la selección de Arabia Saudí.

Empezó como seleccionador de esa "Oranje" a la que representó como futbolista y con la que ganó en la Euro del 88. Llegó a dirigirla en la Eurocopa de Bélgica-Holanda 2000, pero sus pupilos caerían en semifinales ante Italia.

Después viviría una gloriosa etapa con el F.C. Barcelona, para el que ganaría la Champions League, demostrando que es un experto en este tipo de eventos. Cayeron también dos ligas, y luego dirigiría al Galatasaray.

Rijkaard duró 15 años de entrenador.

- Pensar en el nombre de Franklin Edmundo Rijkaard te lleva a pensar inevitablemente en Marco Van Basten y Ruud Gullit, sus inseparables compañeros neerlandeses con los que triunfó en el AC Milan. Juntos conquistaron Europa en un par de ocasiones, y Rijkaard repetiría con el Ajax poco después.

Nacido en Amsterdam (Países Bajos) el 30 de septiembre de 1962, fue un jugador de perfil defensivo que nos mostró un gran fútbol. Apodado "Cometa", este hombre jugaría para otros clubes como el Sporting de Portugal y Zaragoza, además de su experiencia internacional con Holanda, con la que también reinó por Europa.

Terminó su carrera en 1995, con esa última "Orejona" en sus manos tras jugar en el Ajax. Tres años después, entraría a formar parte del staff técnico de la selección holandesa, con Guus Hiddink de jefe y Ronald Koeman y Johan Neeskens como ayudantes. 

Aún inexperto en los banquillos, Frank tomaría la dirección del equipo naranja para guiarlo a la Euro que se celebraría en su país, en conjunto con Bélgica (2000). Durante el torneo realizó un gran papel, pero las críticas sobre su corta labor de entrenador acabarían forzando su cese de la "Oranje", a la que condujo hasta las semifinales del torneo continental.

Su primera experiencia a nivel de clubes fue con el Sparta de Rotterdam, al que entrenaría de cara a la temporada 2001\02. La cosa no acabaría bien, pues el equipo acabaría perdiendo su sitio en la Eredivisie.

Pese a que no le fue bien en aquellos inicios, desde Barcelona insistieron en su fichaje para el banquillo blaugrana, para así continuar con esa tradición neerlandesa que tan buenos resultados había dado con Johan Cruyff anteriormente. 

Llegó a un club en el que contaría con buenas herramientas para triunfar, cracks destacados como Ronaldinho, Carles Puyol, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Javier Saviola. A éstos habría que añadir a muchos compatriotas de gran nivel, como Edgar Davids, Patrick Kluivert y Marc Overmars, entre otros.

Rijkaard sabría aprovechar al máximo aquella buena plantilla y, tras una primera campaña sin títulos, en el curso 2004\05 se festejaría la obtención de su primer campeonato liguero al mando del poderoso F.C. Barcelona.

Todo mejoraría en los siguientes años, especialmente en 2006. El equipo catalán se haría con tres títulos, repitiendo en la competición doméstica, alzando la Supercopa española y la Champions League que tanto se celebró por la Ciudad Condal. El último éxito de la era Rijkaard sería otra Supercopa nacional, ya que en su último año como técnico blaugrana se iría de vacío.

Con el F.C. Barcelona, Rijkaard alcanzó varios títulos, destacando la Champions de 2006.

- Pero si hay un logro por el que también se recuerda a Frank Rijkaard, fue por hacer debutar con aquel Barça a una joven estrella llamada Lionel Messi, uno de los mejores futbolistas en la historia del club y entre los mejores cracks que se han visto en este deporte.

Ya lejos de Barcelona, aún probaría fortuna en la liga turca con el Galatasaray. Para esta entidad trabajaría durante una campaña, aunque de allí se marcharía sin poder celebrar más gestas como entrenador. La última experiencia de Rijkaard fue la selección de Arabia Saudí. Tras dejar el cargo, el 18 de marzo de 2014 anunciaría su intención de dejar de entrenar.