- Nos vamos muy lejos en el tiempo para recordar a un entrenador español. Ricardo Comesaña Soto fue uno de los entrenadores más importantes que hubo en la historia del R.C. Celta de Vigo, el hombre que llevó al Celta a Primera División cuando no se había competido en ésta.
Como si de una estancia colegial se tratara, digamos que este entrenador significa el ABC del Real Club Celta. Es decir, que todos los celtistas deberían saber perfectamente que este elegante hombre fue el que guió al equipo vigués por la máxima división española.
Nacido en Vigo (España), a finales del siglo XIX, fue un gran conocedor del deporte gallego. Finalizada la campaña 1934\35, el vasco José María Peña abandonaría el R.C. Celta para dirigir al Real Oviedo, por lo que su hueco lo iría a ocupar Comesaña, un hombre muy apreciado por los aficionados de la ciudad olívica.
Antes de afrontar el campeonato de Liga, el Celta debería empezar por el torneo de Mancomunidades, debutando Comesaña en el banquillo oficialmente y jugando el club celtiña frente al Sporting en Gijón.
No comenzaría bien el Celta, pues sufriría un duro varapalo tras una victoria sportinguista por 6-0. El Real Oviedo sería el campeón del torneo interregional. Finalizado este campeonato por el que el Celta estuvo de paso, Ricardo prepararía a sus pupilos para iniciar el campeonato de Liga ante el Nacional, con quien se pasaría otro amargo trago de inicio al ser goleados por 5-1 en la capital española.
Pero poco a poco, los célticos entraron en una dinámica aplastante, un equipo fuerte dirigido por un entrenador con las ideas claras que vencería a todo rival que se le pusiese por delante, llegando de esta manera al partido que significó el definitivo ascenso a Primera División.
El Celta lucharía en aquel último partido de la promoción ante un conjunto andaluz que parecía una marioneta manejada por los vigueses, quienes hicieron de aquel encuentro una fiesta goleadora para deleite de su afición (5-0).
Balaídos fue una fiesta. "¡El Celta está en primera!", se gritaba en medio de las ovaciones y jubilosas celebraciones. No tardaron en llegar los reconocimientos y felicitaciones al club, pero sobre todo al gran Ricardo Comesaña y todos aquellos héroes con botas de fútbol gastadas que habían alcanzado el sueño de todos los gallegos.
Pero el técnico gallego tuvo que aguardar tres años para dirigir al equipo en su primera andadura por el fútbol de élite. La trágica Guerra Civil estalló en el estado español y todas las competiciones se verían paralizadas hasta nueva orden, o sea, hasta el fin del conflicto bélico.
Comesaña tuvo que refugiarse hasta el fin de la contienda, mientras muchos jugadores eran movilizados a diversas unidades de combate. Finalizaba la República y comenzaría una larga espera para volver a ver el cuero rodar.
Tras ascender al Celta a Primera División, Comesaña tuvo que aguardar al fin de la guerra para debutar. |
- Pero el fin de la guerra tenía que llegar y, con ello, la reanudación de las competiciones deportivas. El Celta al fin pudo debutar en la máxima división ante el Real Zaragoza y en tierras aragonesas, donde por desgracia cosecharía su primera derrota en la categoría al perder por 3-2.
Tras varios resultados negativos, el conjunto céltico lograría hacerse con la victoria antes de terminar el año 1939. El Celta conseguiría golear en su propio estadio al Sevilla F.C. por 1-4, y al término de la campaña 1939\40 salvaría la permanencia por los pelos.
Al término de aquella campaña, Ricardo Comesaña abandonaría su puesto de entrenador para cedérselo al ex-futbolista celtiña Joaquín Cárdenes, quien se había retirado precisamente para heredar el cargo de su maestro.
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