Desde el banquillo: Miroslav Blazevic.

- Casi cincuenta años de trayectoria por diferentes banquillos del mundo, entrenando por Croacia, Grecia, Suiza, Bosnia, Irán, China, Eslovenia y hasta llegó a competir en la extinta liga yugoslava. Pues empezó como técnico en 1968.

Disfrutó de muchos títulos en su carrera a nivel de clubes, pero hay un hito inolvidable que logró a nivel de selecciones, y eso ocurrió con Croacia, a la que llevó a ocupar un histórico tercer puesto en el Mundial de Francia 98. Fue uno de los primeros entrenadores en el equipo ajedrezado, y uno de los más recordados.

Pero también dirigió a otras selecciones. Tuvo una breve aventura con el combinado nacional suizo, y tras triunfar con Croacia, se hizo cargo de la selección de Irán. A Bosnia & Herzegovina también la llevó entre 2008 y 2009.

La Croacia de Ciro fue tercera en Francia 98.

- Miroslav Blazevic siempre será recordado por lo que hizo con el equipo nacional de Croacia, aunque también lo hizo bien por otros clubes a los que dirigió. Tenía sangre bosnia y croata, pero nació en una Yugoslavia unida, concretamente en la ciudad bosnia de Travnik (10-2-1935).

En sus años como futbolista, Blazevic fue un buen extremo diestro que nunca tuvo la oportunidad de representar a la desaparecida selección yugoslava. Sin embargo, se hizo un buen nombre con todos los clubes para los que jugó.

Representó a Dinamo de Zagreb, Lokomotiva, FK Sarajevo y el Rijeka croata. Después se marcharía a Suiza para jugar en equipos como el Sion y Moutier, para terminar su carrera en 1966.

Se quedaría en la Confederación Helvética para inicia su largo camino como entrenador, empezando por clubes como el F.C. Vevey, Sion y Lausanne Sport. También se haría cargo de la selección nacional suiza, donde ejerció como técnico interino para luego disfrutar de escasos partidos al mando del equipo alpino.

Volvería al Rijeka en 1979, esta vez para cumplir como entrenador. Luego se encargaría de otros clubes como el Dinamo de Zagreb, Grasshopper, el Pristina kosovar y Nantes. Con el Dinamo alcanzaría sus grandes éxitos.

Entonces le llegaría la oportunidad de coger las riendas de la selección croata. Como era un fiel amigo del político Franjo Tudman, "Ciro" compaginaría partidos entre el Dinamo de Zagreb y la selección croata, hasta que decidió centrarse más en el combinado arlequinado.

Daría una buena imagen en la Eurocopa de Inglaterra 96, llegando hasta los cuartos de final. Pero nada sería mejor que la hazaña del Mundial de Francia 98, en el que los croatas alcanzaron una merecida tercera posición.

Blazevic sabría hacer milagros con hombres como Zvonimir Boban, Davor Suker, Robert Prosinecki e Igor Tudor, entre otros. El técnico sabría combinar bien el juego de aquellos grandes profesionales que tanto habían dado que hablar por Francia. Después se haría cargo de la selección de Irán.

Además de Croacia, Blazevic entrenó a las selecciones de Irán, Suiza y Bosnia & Herzegovina.

- Volvería a entrenar a nivel de clubes, con Osijek, de nuevo al Dinamo, NK Mura, Varteks y Hajduk Split. También regresó a Suiza para entrenar al Neuchatel Xamax, y de ahí al Nogometni Klub Zagreb, de la Prva HNL.

Otra vez como seleccionador, Blazevic se comprometería con el equipo de Bosnia & Herzegovina, sucediendo a Meho Kodro. Por temas políticos, Miroslav casi no aceptaría el cargo, pero finalmente lo haría durante unos meses.

También trabajó para la selección china Sub-23, así como al club Shanghái Shenhua. En Irán conduciría al Mes Kerman, para luego terminar su experiencia en los banquillos con equipos balcánicos, como el Sloboda Tuzla y Zadar.