miércoles, 5 de enero de 2022

Desde el banquillo: Antonio Mohamed.


- Ricardo Antonio Mohamed Matijevich es descendiente de árabes, chilenos y yugoslavos, un tipo peculiar, con sentido del humor y muy extravagante a la hora de vestir. Entre esa amplia trayectoria como jugador y entrenador ha vivido infinitas anécdotas como deportista, aunque también tuvo que sufrir la trágica muerte de su hijo Fayid, quien falleció en un horrible accidente de tráfico tras disfrutar el Mundial de Alemania 2006.

Heredó de su progenitor el apodo de "Turco", algo que prefirió no usar como referencia por respeto a la afición del Celta, por ese pseudónimo con el que se distingue a la hinchada deportivista. No obstante, lejos de cumplir con esa promesa de traer títulos a las arcas de Balaídos, el de Villa Soldati no pasaría de las doce jornadas en el banco celeste. En Buenos Aires (Argentina) nació el 2 de abril de 1970.

Mohamed fracasó en España.
- Conocido también por ser un hombre de buen comer, Mohamed fue un gran delantero del fútbol argentino que defendió la casaca de equipos como Huracán, Boca Juniors e Independiente. Posteriormente jugó en el fútbol mejicano y se retiró en 2003 para iniciar una completa carrera como entrenador, representando a Huracán en varias ocasiones y a otros clubes en México. Así empieza una exitosa carrera en la que cosechó varios títulos antes de aterrizar en Vigo, donde no pudo repetir sus gestas pese a ser el único entrenador capaz de llegar a la entidad céltica prometiendo tales logros.
Su mayor problema fue no cumplir con las expectativas y no respetar el ideal atacante del Real Club Celta, y eso que en su llegada explicó que su fútbol se asimilaba mucho al de su compatriota Eduardo Berizzo. También se declara un enamorado del juego de Pep Guardiola, y eso generó mucha ilusión entre el público de Balaídos. Poco a poco la cosa se fue torciendo.
Tras triunfar en los banquillos del fútbol mejicano, Antonio aterrizó en Vigo para fichar por un Celta frustrado por el mal año de Juan Carlos Unzué. A finales de mayo de 2018 se oficializa la llegada del nuevo míster celeste, que pronto comenzaría a trabajar con miras a la campaña 2018\19. El equipo se reforzaría con varios futbolistas de gran calidad como Okay Yokuslu, Jensen, Boufal y un conocido del fútbol azteca, el zaguero Néstor Araújo.

 Además de las nuevas incorporaciones, el nuevo técnico contaría con una gran plantilla en la que se hallan futbolistas como Sisto, Emre Mor, Hugo Mallo, Lobotka y los goleadores Iago Aspas y Maxi Gómez.
La ilusión estaba servida. Tras la conclusión de la Copa del Mundo de Rusia 2018 arranca la pretemporada con Antonio Mohamed como director de la orquesta. El "Celta más turco de la historia" sumaría sus primeros partidos veraniegos en los que no dejaría un buen sabor de boca, preludio de lo que estaba por venir.

Tampoco empezaría tan mal la temporada. El 18 de agosto de 2018, Mohamed se sentaría en el banquillo de Balaídos para vivir su primer partido de la Liga Española frente al Espanyol, el cual se resolvió con empate a uno.

Pese a que el equipo generó dudas en su primera intervención, Antonio supo darle la vuelta a la tortilla ganando al Levante en el Ciudad de Valencia y al Atlético de Madrid en Vigo. El "Turco" supo ganarle la partida muy bien a su viejo amigo Simeone, experimentado técnico colchonero que no pudo con el magnífico planteamiento de su compatriota.
Tras ese espejismo de un Celta invicto llegaría la tempestad. Una derrota como visitante en Girona pondría el grito en el cielo, ya que el juego del equipo no entusiasmaba a la afición. Posteriormente llegarían los empates ante Valladolid, Valencia y Getafe, resultados que no gustaron entre la afición celeste.

Con Mohamed ya cuestionado, el Celta viajó al Sánchez Pizjuán para dar otra imagen ante el Sevilla, aunque el resultado sería adverso (2-1). En la novena jornada del campeonato llegaría la clave del fracaso de un entrenador con los días contados.

Después de su corta etapa en el Celta, Antonio Mohamed volvió a Argentina, y después a Monterrey.


- Pese a que el equipo daría la cara en sus siguientes compromisos frente a Betis y Real Madrid, Mohamed sería destituido por la directiva céltica, ya que el equipo estaba a cuatro puntos del descenso, aunque a seis de los puestos europeos.
Para cambiar el destino de un equipo dotado de buenos futbolistas, llega al banquillo de Balaídos un portugués, José Miguel Azevedo Cardoso, hombre al que el Celta pretendió antes de hacerse con los servicios del ya ex-céltico Mohamed.

Tras aquella breve experiencia por España, Antonio Mohamed se marcharía al Club Atlético Huracán, de donde retornaría a la Liga Mx, y otra vez para hacerse cargo de los Rayados de Monterrey, donde estuvo antes de llegar al Celta.

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