jueves, 21 de octubre de 2021

Desde el banquillo: Quique Setién.


- Vamos con un profesional de este deporte que últimamente no lo ha pasado nada bien. Los hay que creen que nuestro siguiente personaje ha sido el peor entrenador que se ha sentado en el banquillo del Camp Nou, mas yo estoy en desacuerdo. 

Cierto es que no le salieron bien las cosas en su único año como técnico blaugrana, pero nadie debe ignorar el buen fútbol que le hizo practicar a equipos como Las Palmas y Real Betis. Por momentos tampoco fue querido en el Benito Villamarín.
El caso es que la memoria es muy vaga y parece que nadie se acuerda de sus primeros pasos con el Lugo y lo bien que dirigió a un Las Palmas que con su marcha fue en caída libre. Aún así, habrá quien piense que no es un buen entrenador. 

Setién como entrenador del Betis.
- Enrique Setién Solar, más conocido en el deporte como "Quique Setién", nació el 27 de septiembre de 1958 en Santander (España). Seguro que los de mi quinta y más allá recuerdan su pasado como futbolista, en el que llegó a jugar en Primera División para equipos como el Racing de Santander, C.D. Logroñés e incluso Atlético de Madrid. Pondría fin a su carrera como jugador de campo a mediados de los noventa, para después resurgir en el mundo del fútbol como un entrenador, que para bien o para mal, daría mucho que hablar.
Aquel espigado y flacucho centrocampista que había dejado constancia de un buen juego en la máxima categoría, ahora se proponía un nuevo reto en los banquillos, pero no para ocuparlos como reserva, sino junto a ellos, como director técnico.
Su primera apuesta sería el club de su ciudad, aquel Racing al que debía sus inicios en el deporte rey. En plena crisis económica y deportiva, la directiva del conjunto santanderino decidiría darle la oportunidad a alguien de la casa para enderezar el rumbo de un equipo que se quedaría sin entrenador tras la destitución del paraguayo Gustavo Benítez.

Setién se adueñaría del banquillo de El Sardinero para sorprender con sus dotes de mando, devlviendo al histórico club cántabro a una Primera División en la que él no participaría. Por lo visto, el joven técnico se encontraba presionado por parte de la directiva y optaría por cederle el testigo a Manuel Preciado. 

Disgustado por aquella experiencia con final agridulce en el equipo de su tierra, Quique decide regresar a los banquillos para coger las riendas del Polideportivo Ejido, donde sería cedido tras un mal inicio de temporada. 

Su siguiente destino sería otro club de su pasado como jugador, un Club Deportivo Logroñés con el que viviría la triste extinción de la empresa, lo que le obligaría a abandonar tierras riojanas una vez concluido el curso 2007\08.
La siguiente parada sería Galicia, donde aterrizaría para hacerse cargo de un Lugo que aspiraba a subir a Segunda División. Quique no solo conseguiría ese objetivo, pues hizo jugar tan buen fútbol que casi asciende a Primera a la escuadra lucense.

Después de seis maravillosos años en Lugo, muchos eran los clubes que trataban de contar con los servicios del cántabro, quien finalmente se decidiría por la U.D. Las Palmas, a la que dirigió en la máxima categoría durante un par de años.

En la élite del fútbol español irrumpiría la nueva figura de un Setién que parecía haberse convertido en el cantante Sergio Dalma, en etapa madura, claro está. Puso de moda al equipo canario y lo mismo quiso hacer con el Betis, al que llegó en el verano de 2017.
Pero las cosas por Sevilla no fueron tan bien como se esperaba. No habría resultados malos, aunque tampoco cumplía con las expectativas que exigían los béticos, lo que le llevó a ser repudiado en algunas ocasiones y deseado en otras. Lo suyo con lo del Benito Villamarín fue algo ciertamente extraño.

Quique Setién no conseguiría ningún título durante su estancia en el F.C. Barcelona.


- Su llegada al Barça ya ha sido como para tirar la toalla. Suplió la marcha de Ernesto Valverde y no tuvo éxito en su empresa. Quique comenzó cuestionado por inexperiencia en el Camp Nou y así acabó tras no conseguir ningún título. 
Todos se rieron de su "toque a toque" entre jugadores, algo que antaño se conocía como el "Tiki-Taka". Setién no sabría emplear las técnicas de "La Roja", y los resultados se pondrían en su contra hasta el punto de concluir su dirección en el Barça tras su única campaña al mando del vestuario (2019\20).

Como solía decir él, ahora estará "paseando junto a sus vacas" oteando horizontes verdes de la bella Cantabria. Sin embargo se niega a dejar de seguir el fútbol, y es por ello que aprovechó la debacle actual del F.C. Barcelona para confirmar que el argentino Lionel Messi es un problema para el vestuario, y que con él tuvo sus más y sus menos. Parece que al santanderino no le va a faltar razón alguna.

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